Exautoridades, autoridades y asambleístas del Movimiento Al Socialismo (MAS) unifican su discurso y sindican a los representantes de la Iglesia católica, que participaron en el proceso de pacificación de 2019, de ser golpistas, además de sostener que el clero da línea para atacar al Gobierno. La expresidenta Jeanine Áñez recordó a Evo Morales que huyó del país y suplicó a los obispos mediar en la crisis.

Tras salir a luz el pedido de convocar a los obispos por parte de la Procuraduría General, miembros del masismo decidieron cerrar filas para que presten declaraciones sobre su participación en las reuniones de pacificación, pero con el añadido de “sostener que confabularon para el presunto golpe” que maneja el partido azul.

El abogado de Morales y ahora procurador, Wilfredo Chávez, en conferencia de prensa, “deslizó” la teoría de que los clérigos habrían vulnerado la Constitución, afirmación basada en declaraciones de uno de los sacerdotes.

“Ha habido declaraciones en medios de prensa donde claramente se ha indicado que ellos en las reuniones buscaban el camino más apegado a la Constitución. Ojo, no el camino de la Constitución; el camino más apegado a la Constitución, es decir, no querían cumplir la Constitución. (...) Ha sido una de estas personas que ha sido citada a declarar. Entonces, lo que se hacía, si no quieres cumplir la Constitución, ¿qué estás haciendo? Pues un golpe de Estado”, aseveró en conferencia de prensa del lunes.

Morales

El jefe de Chávez, Morales a través de su cuenta de Twitter, cuestiona a “algunos jerarcas de la Iglesia católica” por no mostrar respeto, solidaridad ni consideración “hacia nuestros hermanos indígenas masacrados por el gobierno de facto que surgió del golpe de 2019”.

Asegura que defienden a los asesinos del pueblo y no a los más necesitados.

Ante declaraciones de que el MAS busca imponer su teoría del golpe y que es una “cantaleta”, el ahora dirigente cocalero señala que “ninguna institución religiosa debería ser aliada de la impunidad de crímenes de lesa humanidad”.

Contra el Gobierno

La exdiputada y ahora funcionaria del Ministerio de Gobierno Susana Rivero, Guzmán irónicamente sostiene que “se ha visto estos años es que (la Iglesia católica) no tienen nada que aportar”, por lo que cuestiona a la Procuraduría de la exigencia para que declaren.

“Normalmente se proponen testigos que contribuyan a las teorías de caso, no para lograr titulares”, escribió en su cuenta de Twitter.

Pero Rivero, que también participó en las mesas de pacificación, va más allá y acusa al clero de dar línea contra el Gobierno.

“La posición política de Iglesia católica es ampliamente conocida: domingos en homilías arremeten dando línea contra el Gobierno y los órganos de Estado”, aseguró Rivero.

Los masistas piden castigo

Asambleístas del MAS sostienen que todos los que se reunieron en la Universidad Católica Boliviana (UCB) son autores intelectuales y materiales del presunto golpe, entre ellos la Iglesia católica. “La Iglesia católica ha sido partícipe de varias reuniones, horas antes de que asuma la señora Áñez (...) se ha reunido con ella. El Ministerio Público (...) autores intelectuales y materiales deben rendir su cuenta a esta instancia”, sostuvo el senador Santos Mamani (MAS).

“Abandonó el cargo y se fue llorando por asilo”

Ante los cuestionamientos de Evo Morales contra la Iglesia católica, la expresidenta Jeanine Áñez recordó que, en noviembre de 2019 en medio de la crisis, el exmandatario abandonó su cargo llorando y buscó asilo.

“La ‘cantaleta’ de Evo Morales cambió de letra y música. Renunció, abandonó el cargo y llorando se fue por asilo cómplice, huyendo del fraude de elecciones de 2019, delito confirmado por OEA”, escribió la expresidenta en sus redes. Dijo que “(Morales) huía mientras sus parlamentarias masistas imploraban reunirse con Iglesia y oposición”.

A su vez, el empresario y líder político de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, recordó que el entonces ministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, le pidió asistir a la reunión que se convocó en la UCB con el fin de buscar una solución democrática a la situación que vivía el país.

“Me llamó Adriana Salvatierra y me reiteró, me dice: ‘Por favor, vaya a esta reunión en la Católica. Lo va a llamar a la Iglesia’. Entonces yo voy convocado por la gente del MAS”, aseguró.