El juez cautelar primero de El Alto, Marco Antonio Amaru, procesado por varios delitos, resolvió este martes que la expresidenta Jeanine Añez será juzgada en la vía ordinaria por las muertes en Senkata, en 2019, informaron medios locales. La decisión judicial se emitió, mientras una comisión de la CIDH se encuentra en Bolivia para hacer seguimiento a las 36 recomendaciones del GIEI sobre los hechos violentos en la crisis política de hace tres años.

Carolina Ribera, hija de la exmandataria ingresó al final de la tarde este martes a una reunión con el relator de la CIDH, Joel Hernández, en la que denunciará que su madre es sometida a un “linchamiento judicial”, ya que la expresidenta ya fue condenada en un juicio ordinario cuando los hechos denunciados se dieron cuando era mandataria transitoria a La Paz.

“Mi madre, cuando era presidenta, firmó un acuerdo para que la CIDH venga a Bolivia a realizar veeduría sobre los hechos de noviembre de 2019, por tanto, la CIDH reconoció que Jeanine Áñez fue presidenta constitucional del país”, dijo antes de ingresar al encuentro con el mexicano Hernández.

Luis Guillén, abogado de la expresidenta, señaló que el juez Amaru, conocido por haber dejado en libertad a un sentenciado a 30 años de prisión por violación, pasó por encima del Tribunal Supremo de Justicia y a la Asamblea Legislativa que tienen en sus manos el procesamiento de Áñez mediante un juicio de responsabilidades.

“Hoy el juez de la ciudad de El Alto acaba de declararse competente para resolver el caso Senkata, en consecuencia, juzgar a la exmandataria por la vía ordinaria”, afirmó Guillen.

Para el jurista, el juez Amaru incurre en prevaricato al declararse competente, ya que no está cumpliendo con las normas. Dijo que Amaru no hizo una revisión real de su propia competencia, tampoco considera que Añez fue Presidenta de Bolivia.