"14 años, festejo entre militantes y sin Evo. La escenografía: Un lindo cuadro de Mamani Mamani", titula el análisis que hizo el economista Gonzalo Chávez sobre el discurso de Luis Arce Catacora por el Día del Estado Plurinacional.

La evaluación inicia con la afirmación sobre el discurso del presidente Arce. Para Chávez, el mandatario brindó una lectura sesgada de la historia, y que solo llevó agua a la narrativa del Estado Plurinacional. Asimismo, cuestiona que se ignore la contribución de la Revolución del 52 y de la Participación Popular, entre varios hechos.


"(Arce) leía incómodo un discurso que parecía sacado del Rincón del Vago, que a su vez había resumido Las Venas abiertas de América Latina. Es la historia a partir de la ideología. Después, mucho más cómodo, comenzó el relato narcisista de la economía", opinó.

Afirmó que no hay nada más allá del modelo económico extractivista, rentista, comerciante y centralista, como si fuera lo mejor que pasó no solo a Bolivia, sino a la humanidad.

Dijo que la tasa de crecimiento de PIB mencionada en el discurso, del 3,4%, es por supuesto es una de las más altas de América latina, pero Arce no retomó la promesa del 5,1% de aumento del PIB, y que "estamos todavía frente al rebote estadístico".

Para Chávez, al resaltar que la tasa de inflación de 3,1%, elogiada como la más baja de América Latina, no menciona de que esta se logra con los subsidios más altos del mundo, y con un tipo de cambio real apreciado, que se comió más de 12 mil millones de dólares de las reservas internacionales. "Por supuesto, no se menciona que estamos frente a una inflación reprimida que tiene un costo fiscal gigantesco", agregó.

En cuanto a la tasa de desempleo, resaltada como la más baja de la región, de 4,3%, para Chávez, no se dijo que el 80% de estas ocupaciones son precarias y de muy mala calidad, y están en un sector informal donde reina el libre mercado.

Del mismo modo, reconoció que un punto alto en el discurso tuvo que ver con el tema de la sustitución de importaciones con industrialización, en el que Arce sacó relucir datos, como por ejemplo el proyecto SI Bolivia, a través del que se habrían entregado a pequeñas empresas más de 2.600 millones de bolivianos, a una tasa de interés de 0,5% al año.

Dijo que, por el momento, solo puede afirmarse que el Gobierno ejecutó eficientemente estos recursos, pero que cuando regalan la plata, todos van a la fila, y que nada puede decirse sobre el impacto que tendrá esto en el tejido productivo nacional.

"No hay un solo estudio que nos diga si ese dinero fue usado de manera eficaz y eficiente y creó nuevas industrias. Hay serias dudas de que un proceso de sustitución funcione, cuando se tiene un tipo de cambio real apreciado, que permite importar del exterior mucho más barato, que producirlo internamente. El ejemplo claro de esto es el aumento significativo de las importaciones, legales e ilegales, en especial de alimentos", recordó.

Sobre la decenas de proyectos mencionados, incluso de elaboración de baterías de litio, Chávez indicó que se trata de buenos deseos, y que todavía hay que evaluar, en un par de años, sus resultados.

Cuestionó el país de las maravillas del discurso, que contrasta con una realidad cada vez más compleja, y que no se dijera una sola palabra sobre la "podredumbre de la justicia boliviana", ni sobre la crisis estatal, cuyo síntoma más grave es Santa Cruz.


"Ni una mención de más de diez años de déficit público. Tampoco sobre el crecimiento de la deuda externa e interna, nada sobre la caída brutal de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia, el contrabando que destruye la industria nacional, el declive estructural del sector gas natural , que nos ha convertido en importador de gasolina y diésel", finalizó.