El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho habló por primera vez, desde su celda en el penal Chonchocoro, en La Paz, con un medio de comunicación. En una entrevista con el periódico Pagina Siete, la autoridad cruceña se refirió a su encierro, aseguró que resistirá desde la cárcel y que continuará cumpliendo sus obligaciones como máxima autoridad del departamento cruceño.

Camacho aseguró que el MAS se ha vuelto enemigo de la democracia y que Bolivia está siguiendo la ruta de Cuba y de Venezuela. Para evitar esto dijo que es necesario que la oposición se una “por el bien de la democracia y por el bien del país”.

El medio paceño accedió a una entrevista con la máxima autoridad cruceña mediante sus allegados quienes les hicieron llegar varias preguntas. Camacho accedió y habló de su salud, de las manifestaciones de apoyo que recibió, sobre el MAS y sobre su futuro. Dijo que seguirá en su cargo hasta el 2026.

Está estable y con buen animo

La primera pregunta que contestó Camacho fue sobre cómo se encuentra su salud. Tras ser detenido hace 19 día se supo que sigue un tratamiento médico muy necesario para mantenerse estable. “Estoy bien, dentro de las limitaciones de la situación luego de mi secuestro. El MAS dio un golpe a la Gobernación de Santa Cruz y por eso estoy aquí en esta cárcel, como Gobernador de Santa Cruz electo por el voto de mi pueblo y como un preso político del MAS”, dijo.

Agregó que “se siente reconfortado” y sobre todo “agradecido con todos los bolivianos que han marchado en los nueve departamentos por la democracia y por la libertad”. También agradeció a la comunidad internacional que se pronunció por su detención.

El camino a Venezuela

En la entrevista Camacho destacó las manifestaciones realizadas en Santa Cruz y sus instituciones que, según él, están haciendo un gran sacrificio para resistir. Dijo que esto ha contagiado a otros departamentos que ya comenzaron a movilizar contra lo que denominó “la dictadura masista”.

Uso este apelativo al reflexionar sobre la realidad política del país, que, para él, está tomando el rumbo de Venezuela, que desde hace varias décadas es gobernada por el chavismo.

“Siempre tuvimos en nuestra cabeza que “aquí no va a pasar lo que pasó en Venezuela porque el pueblo boliviano no tolera las dictaduras. Bueno, esa situación que parecía lejana o improbable está empezando a ocurrir”, dijo.

Ante esta situación, Camacho señala que “la ciudadanía ha empezado a rechazar tanto abuso, repudiar el uso de la justicia como brazo político del MAS para ejecutar venganzas y a decir basta de que nuestras autoridades convivan y beneficien al narcotráfico, a rechazar persecuciones y juicios a quienes piensan diferente”.

La justicia

El gobernador cruceño es acusado de gestar un supuesto golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales. El entonces jefe de Estado renunció al cargo en 2019 agobiado por las protestas sociales tras revelarse indicios de fraude en las elecciones de ese año.

Tras dejar el cargo, Morales apuntó contra Camacho y lo acusó de ser el líder de golpe en su contra, al ser la cabeza visible del descontento social de esa época. Con el retorno del MAS al poder se activó esta denuncia ante el Ministerio Público.

Al ser consultado sobre si cree en la justicia y si su proceso se realiza con imparcialidad, la respuesta de Camacho fue contundente: “Por supuesto que no”.

En este contexto, aseguró que resistirá en la cárcel y que ejercerá sus derechos como ciudadano y como autoridad, y que pondrá todo su esfuerzo “en apoyar la lucha del pueblo boliviano para recuperar las instituciones y la democracia”.

Pese a los cuestionamientos del Gobierno y de sus detractores, que exigen que deje el cargo, afirmó que hay “antecedentes de autoridades que, estando presas y sin sentencia, no estuvieron impedidas de ejercer su cargo”.

Seguirá en la política

Consultado sobre si continuará en la actividad política, afirmó que sí porque “hay muchas tareas que cumplir”. Enumeró los logros de su gestión y dijo que tiene la obligación de “seguir luchando para recuperar la democracia y el estado de derecho.

Consultado sobre una posible candidatura para el 2025, afirmó que tiene “un mandato como gobernador hasta mayo del 2026 y que su meta es impulsar el federalismo.

A la pregunta sobre si ve factible que la oposición se una, respondió que “es lo deseable, por el bien de la democracia y por el bien del país”.

“Es el único camino para enfrentar al proyecto totalitario del MAS. Cuando la oposición estuvo unida, como en el referendo del 21F, o en los 21 días en 2019, termina imponiéndose al masismo”, asegura.

Dice que el MAS está en su etapa final

El MAS fue otro tema que tocó Camacho en la entrevista. Para él, el actual partido de Gobierno está en declive y “se ha convertido en enemigo de la democracia” porque ya no tiene proyecto de país”, su único horizonte es mantenerse en el poder “a costa de lo que sea, con violencia, con fraude y con dictadura, apresando o persiguiendo a la oposición”.

“El MAS cumplió su ciclo. Lo que hoy está pasando con el MAS es muy perjudicial para Bolivia. Prácticamente se trata de una lucha entre dos mafias, entre ellos se acusan de convivir con el narcotráfico”, acusó.

Agregó que hoy el MAS parece fuerte porque estando en el Gobierno es capaz de movilizar grupos de choque. Además, acusó al partido azul de usar a la justicia y a las instituciones para perseguir a la oposición, “pero eso es normal en las dictaduras que se vuelven muy violentas en su etapa final”.