Durante el primer día del paro de 48 horas que se vive en Santa Cruz en demanda de la realización del Censo de Población y Vivienda en 2023, las acusaciones de violencia de un lado y otro han abundado. Desde el Gobierno nacional y municipal (de un mismo bando) y desde la Gobernación y el Comité Cívico (desde otro bando) hay dos versiones, los primeros quieren imponer su criterio de fracaso y los segundos la del éxito en la protesta ciudadana. Ambas son las dos cara de la misma moneda.

Además de estas fuentes oficiales, está la realidad de la calle recogida por los periodistas y fotógrafos que salieron a conocerla de primera mano y contrastarla. ¿Qué encontraron? Calles y avenidas vacías, negocios (especialmente en las ciudadelas) que abrieron, pero con muy escasa clientela.

Oficinas del Estado como Segip, Impuestos y bancos también abrieron, pero con poco público al cual atender.

Dos ministros trabajaron desde Santa Cruz, el de Obras Públicas (Édgar Montaño) y el de Gobierno (Eduardo Del Castillo), se afanaron en minimizar el impacto del paro, en repetir en los medios estatales que este había sido un fracaso, mientras que desde el Comité pro Santa Cruz indicaron que precisamente, la presencia de ambos ministros era señal de la preocupación del Gobierno Nacional. El presidente cívico, Rómulo Calvo, lamentó que estos mismos ministros no hayan estado con tanta solicitud en Santa Cruz para levantar los bloqueos ejecutados la semana pasada por campesinos afines al Gobierno, que perjudicaron al departamento en pos de conseguir titulación directa de tierras en la región.

La violencia fue un ingrediente indeseable que estuvo presente y que ha marcado esta primera jornada. Hubo amagues de enfrentamientos y otros que llegaron a producirse. Los detenidos y las amenazas de uno y otro lado no faltaron.

Desde las fuentes oficiales

El gobernador Luis Fernando Camacho posteó: "El paro convocado por las instituciones cruceñas se cumple masiva y pacíficamente en ciudades y provincias. Según han mostrado los medios, las agresiones contra la ciudadanía que respalda el paro las generaron vehículos de la Alcaldía y grupos de choque masistas".

Para él, ministros masistas y el alcalde Jhonny Fernández están siguiendo el mismo libreto, "trataron de calumniar y deslegitimizar el paro", pero "la institucionalidad cruceña, en la defensa de los valores democráticos y del censo, hoy enfrentó al poder represivo de la policía, a grupos de delincuentes contratados y a un alcalde traidor a su pueblo", remarcando que el paro es contundente.

Por su parte, el ministro de Obras Públicas en conferencia de prensa dijo que Camacho está "desesperado". “Y por eso es que, desesperado, el gobernador de Santa Cruz mandó a estos matones a un domicilio del alcalde Jhonny Fernández”. Montaño pidió a la Fiscalía que actuara de oficio ante estos hechos. Sin embargo no mencionó qué elementos relacionan el supuesto atentado con el gobernador cruceño.


“No está bien que, en democracia, atenten contra las familias, las viviendas de los cruceños que no pensamos igual que el gobernador, menos aún que el Comité Cívico y todas sus hordas pagadas”, continuó Montaño.

También el presidente del Estado, Luis Arce, se refirió al ataque a la casa del alcalde cruceño, a través de sus redes sociales:

“Nuestra solidaridad con el alcalde de #SantaCruz, Jhonny Fernández, cuyo domicilio fue atacado por grupos extremistas violentos que pusieron en riesgo la integridad de su familia. Condenamos la violencia que promueven sectores de la derecha radical, que buscan sembrar temor en el pueblo cruceño, que no está de acuerdo con los paros que lastiman nuestra economía”, publicó Arce.
Más temprano, Fernández había llamado a una conferencia de prensa para denunciar el “ataque vandálico” sufrido en su domicilio, con “petardos de alta potencia”, según dijo, "mandados por el gobernador Luis Fernando Camacho".

El alcalde indicó que en el lugar viven, además, su hija que se encuentra embarazada, y dos nietas suyas, una de 10 meses edad y la otra de nueve años. “Si algo le pasa (a su hija gestante) … Luis Fernando, vas a ser culpable de lo que esté pasando”, dijo a tiempo de anunciar que sentaría la denuncia ante la Felcc.


La noche del domingo, el senador Henry Montero anunció ante la prensa que había recibido información sobre autoatentados que tendrían lugar en las subalcaldías de Santa Cruz. Este lunes indicó a El Deber que la información señalaba que el Municipio había contratado a 400 integrantes de una barra brava, con la intención de tomar instituciones y las subalcaldías para culpar a quienes promueven el paro, en demanda del censo en 2023.

Sobre el atentado en la casa del alcalde, señaló que debe investigarse, aunque teme que exista un contubernio entre la Policía y la Fiscalía para "construir" casos e inculpar a los cruceños que no están de acuerdo con que el censo se realice en 2024 y participan en el paro.

El paro

Más adelante, el ministro indicó que las vías camineras del departamento estaban expeditas y responsabilizó a “ciudadanos pagados por la Gobernación y el Comité Cívico” de obstruirlas con escombros.

De su lado, Rómulo Calvo, presidente del Comité Cívico, calificó el paro como exitoso y acusó al Gobierno de usar bienes públicos, como vehículos de Dircabi, “para atentar y vulnerar a los que quieren un paro, manifestando su derecho”. Indicó que se vio vehículos estatales intentando desbloquear rotondas y calles.

“El único trabajo importante que tenía el Gobierno, la gestión de Luis Arce, era hacer un censo para programar, de aquí a 10 años, la estabilidad del pueblo boliviano, las necesidades del pueblo boliviano y, lamentablemente, en esa tarea se han aplazado y ahora están queriendo llevar a todos los bolivianos a un (censo en) 2024, con una visión política”, declaró Calvo.

El dirigente cívico también cuestionó a la Policía, porque, a su juicio: “está siendo cómplice de los masistas desbloqueando avenidas, calles y rotondas atentando contra la población que se quiere manifestar”.

Recorrido por la ciudad

En un recorrido por diversas zonas de la ciudad, realizado por EL DEBER, se observó que, pese al descenso de las temperaturas, la llovizna e, incluso, los vientos del sur, hubo gente organizada en puntos de bloqueos, con toldos y ollas comunes. El menú más común fue la patasca y para mañana, esperan cocinar pollo o majau.

Asimismo, hubo zonas vacías, sin gente en las calles y con negocios cerrados y sin vehículos circulando.

En la carretera a La Guardia, a la altura del kilómetro 13, no se registraron bloqueos en tempranas horas de la mañana, donde los negocios permanecieron cerrados y la gente permaneció en sus casas. Solo algunos comercios, que se encontraban sobre la carretera, abrieron.

En el Km 9 de La Guardia dos puntos de bloqueo cortaban el paso de los motorizados. Jóvenes con banderas de Bolivia y Santa Cruz se mostraron optimistas e indicaron que la medida es pacífica y que dejan pasar a las ambulancias y unidades policiales.

En el sexto anillo, varias personas protegidas con barbijos remarcaron que la protesta es en defensa del censo que el Gobierno pospuso hasta 2024, mientras que afines al Movimiento Al Socialismo, a bordo de vehículos, atacaron con cohetes y palos a quienes se encontraban bloqueando, ante la mirada pasiva de los policías, que no intervinieron.



Entre tanto, en el segundo anillo y Santos Dumont, varias camionetas llegaron con afines al MAS y desbloquearon el lugar levantando las llantas que allí habían sido colocadas.

Hubo intercambio de insultos. Se gritaba: “¡No al paro!, ¡No al paro!” y “¡censo ya!, ¡censo ya!”. Luego el mismo grupo se dirigió hacía La Guardia. Iban en micros, taxis, vagonetas y una camioneta. Adelante, como avanzada, un tractor verde se abría paso. La Policía observaba sin intervenir.

Entre tanto, en la zona del Plan 3.000, en la ruta a Paurito, los negocios también se encontraban cerrados y hubo poco movimiento vehicular y de peatones. En la zona del Obelisco se vio presencia policial.

Si bien algunos puntos, como La Campana fueron desbloqueados durante las primeras horas de la mañana, se pudo verificar que nuevamente fueron ocupados por quienes apoyan el paro.


Asimismo se pudo comprobar que tanto el mercado del Plan 3.000, como el de Los Lotes permanecieron cerrados. Los comerciantes no abrieron sus puestos de venta. Por la tarde la Policía llegó a levantar el bloqueo y se llevó a una decena de mujeres detenidas, incluida la diputada de Creemos Haidy Eliana Muñoz, que luego fue liberada junto a las otras personas.

En otro lado de la ciudad, la gente que bloqueaba señaló a EL DEBER sus razones: “La demanda es justa, por eso el vecino acata fielmente esta medida de presión”, indicó Nelson Robledo, presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fedjuve). Asimismo, destacó que cada punto de bloqueo está organizado por la misma sociedad civil, que “con sus medios ha dispuesto merienda, café caliente o un buen almuerzo para quienes apoyen el paro de 48 horas”, remarcó.


Por su parte, Estela Salvatierra, vecina del canal Cotoca y tercer anillo, aseveró que:“el beneficio es para toda la ciudadanía. Saber cuántos somos, a qué nos dedicamos y qué esperamos para nuestro futuro, hace que las autoridades planifiquen y administren mejor los ingresos que reciben cada año”.

Mercados y supermercados permanecieron cerrados desde el inicio de la jornada. Los hospitales del sistema público solo atendieron en emergencias; mientras que los del seguro social intentaron normalizar su atención, pero los pacientes no llegaron hasta los nosocomios.

“Si para nosotros ha sido complicado, no me quiero imaginar para los pacientes que tienen algún dolor o están guardando reposo por alguna patología”, sostuvo Lidia Menacho, enfermera de consulta externa de uno de los hospitales del seguro social. La profesional remarcó que por el paro de 48 se había previsto un plan de refuerzo en el servicio de emergencias.

Por otro lado, en la terminal de buses se pudo constatar que los operadores de transporte no estaban trabajando. Sin embargo, estos ya habían previsto el paro de 48 horas por lo que muchas empresas de buses adelantaron sus horarios de viaje.


A diferencia de la similar medida de presión asumida el 25 de julio, en esta ocasión se observaron más puntos de bloqueo. En la carretera al Norte, a la altura del ingreso al aeropuerto Viru Viru una larga fila, de al menos una veintena de camiones, esperaba seguir con su viaje.

“Sabemos que el pedido es justo, pero la medida de presión debería ser elegida de una mejor manera, para no perjudicar a todo el pueblo”, manifestó Rodolfo Mamani, chofer de un camión con carga de caña que esperaba desde las 08:00 en la carretera al norte, esperando que sea despejada.