¿Por qué se han desatado en los últimos tiempos las especulaciones sobre una supuesta renuncia del Papa? ¿Está Francisco, a sus 85 años, en la recta final de su pontificado? ¿Prepara su sucesión? Problemas de salud que le obligan a desplazarse en silla de ruedas y la programación de ciertos eventos han disparado la rumorología. Él mismo aseguraba a finales de julio que "cambiar de Papa no sería una catástrofe" y que "la puerta está abierta"; aunque descartaba -de momento- traspasarla.

La reunión extraordinaria de cardenales de todo el mundo celebrada este martes ha contribuido también a las conjeturas. Aunque su objetivo era debatir la nueva Constitución Apostólica, la gran reforma del mandato de Francisco, la convocatoria se ha llegado a analizar como un ensayo de un futuro cónclave. La última reunión con todos los cardenales fue en 2014.

Otro gesto que se ha considerado una "señal" ha sido la visita que el Pontífice realizó el domingo a la tumba del primer Papa que dejó el cargo. Fue Celestino V (en el siglo XIII) y tan solo cinco meses después de ser elegido renunció para retomar su vida de ermitaño. Francisco ha destacado su "humildad". Está enterrado en L’Aquila, la localidad italiana destruida por un terremoto en 2009.

Esa misma tumba también fue visitada por Benedicto XVI, el predecesor de Francisco, y también hubo especulaciones entonces sobre sus intenciones. Sin embargo, no fue hasta cuatro años después cuando Ratzinger (quien actualmente tiene 95 años) presentó su renuncia. Lo hizo en 2013 y se convirtió en el primer Pontífice en 600 años en dejar el cargo de forma voluntaria. Se retiró en 2013 por problemas de salud. "Soy un pastor rodeado de lobos", afirmó.

El Papa emérito, Benedicto XVI, y Francisco, en el Vaticano, el pasado 27 de agosto.

El Vaticano anunció el pasado junio la visita de Francisco a la tumba de Celestino V y la reunión extraordinaria de cardenales. Y fue entonces cuando se dispararon las elucubraciones sobre los propósitos del Papa. Ese mes anuló además los viajes programados en verano al Congo y a Sudán del Sur.

El día en que afirmó que pronto podría llegar el momento de su renuncia

Sí fue a Canadá en julio, donde pidió perdón a los indígenas por los errores cometido por la Iglesia Católica y se le vio en silla de ruedas y con signos de cansancio. El Pontífice ha sufrido, en los últimos meses, problemas de rodilla que han afectado a su movilidad. A su regreso de Canadá, afirmó a los periodistas que viajaban en el avión papal que pronto podría llegar el momento en que deba considerar renunciar y que lo haría si pensara que, debido a su salud, no podría desempeñar su labor como debiera. Insistió entonces en que, por el momento, tiene intención de continuar con su deber.

"La puerta (a la jubilación) está abierta, es una opción normal. Pero hasta hoy no he llamado a esa puerta. No he sentido la necesidad de pensar en esta posibilidad, pero eso no quiere decir que dentro de dos días no empiece a pensar en ello", dijo a los reporteros según informó la cadena británica BBC. Sobre su visita a Canadá afirmó que el viaje "había sido intenso" y que no creía que pudiera seguir viajando a su edad "con el mismo ritmo que solía hacerlo y con la limitación de esta rodilla". "Necesito cuidarme un poco para seguir sirviendo a la iglesia o necesito considerar la posibilidad de hacerme a un lado", añadió.

El pasado sábado, Francisco nombró a 20 nuevos cardenales en la basílica del San Pedro en el Vaticano; 16 de ellos serían elegibles para el cónclave de quienes están llamados a elegir a su sucesor. Si él renunciase voluntariamente, ¿habría otro Papa emérito junto a Benedicto XVI? Parece que no. Francisco sería "obispo emérito en Roma", ha afirmado él mismo.