Volvemos otra vez a revisar los acontecimientos políticos del 10, 11 y 12 de noviembre del año 2019 con motivo del ilegal juicio ordinario contra la expresidente Jeanine Áñez y otros, llamado golpe de Estado II.

Desde la carátula del caso “Golpe de Estado II”, todo en este juicio está contaminado y montado para castigar a quienes truncaron el plan de Evo Morales y su camarilla.


¿Tenían un plan o fueron improvisado?

Otra pregunta que aún no encuentra respuesta es ¿qué buscaban Evo Morales y Álvaro García Linera cuando instruyeron la renuncia colectiva de su bancada? ¿Qué esperaban que ocurriera en el país?

Instrucción para renuncia colectiva

El exsenador Giovani Alfonsin en una declaración reproducida por Pagina Siete hace un año decía:

“El lunes 11 a primera hora, 7 de la mañana nos pasan el instructivo de que hagamos llegar nuestras renuncias de manera colectiva a la Asamblea hasta antes de las ocho. Nos indicaron que era una instrucción política que se tomó desde arriba. Nosotros estábamos sorprendidos.”


En el juicio oral referido, el exsenador Omar Aguilar confirmó que una instrucción desde la presidencia del Senado dio lugar a una renuncia colectiva de la bancada del MAS.

Identificó a la expresidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y a su comunicador, Aldo Camacho, como las personas que llamaron a diputados y senadores para obtener sus renuncias.

La prensa ha reproducido a lo largo del año pasado varios otros testimonios de exparlamentarios del MAS en el mismo sentido. La declaración de Eva Copa motivó una reveladora réplica de Adriana Salvatierra.

Copa, en diciembre de 2019, acusó a Salvatierra de haber entregado el poder a cambio de evitar un juicio contra su padre por el “Caso Tractores”.

Salvatierra respondió “Mi renuncia verbal a la presidencia de la Cámara de Senadores no se debió a motivos personales sino a razones políticas. Esta decisión fue asumida de forma conjunta con el presidente Evo Morales y con el vicepresidente Álvaro García Linera”.



Esta declaración quedó registrada en un video y su contenido no fue desmentido por los aludidos.

En las audiencias del ilegal juicio Golpe de Estado II, la exdiputada Susana Rivero que declaró en calidad de testigo, negó haber renunciado el 10 de noviembre y dijo que la presidencia del Estado Plurinacional le correspondía a ella por sucesión constitucional vertical y no a Jeanine Añez.

Los tweets también cantan.


“No seré cómplice en un golpe de estado. Mis principios y mi corazón me lo impiden”, escribió Susana Rivero y emitió una carta firmada el 10 de noviembre de 2019.

A diferencia de Adriana Salvatierra que renunció inicialmente de forma verbal, Susana Rivero lo hizo de forma escrita el 10 de noviembre mediante una nota que ella misma publicó en su tweet. Después eliminó ese tweet, pero lamentablemente para ella, quedó constancia en tweets de terceras personas que reenviaron su renuncia y “Bolivia Verifica” ratificó que ese documento existió.


Ante la contundencia de estas pruebas, Susana Rivero dijo que era una “fake renuncia” y que la firma que aparece en ella seguramente la puso alguna computadora.

Las circunstancias cuentan

Susana Rivero es una obsecuente seguidora de Evo Morales. Es difícil creer que mientras su Jefazo y su compañera Salvatierra se esforzaban en conseguir la renuncia de toda su bancada, ella se hubiera negado a cumplir esta instrucción. Por el contrario, en esas horas de confusión se la vio actuar junto a Adriana Salvatierra como si fueran siamesas.


Por ejemplo, antes de la llegada de Jeanine a La Paz, Rivero y Salvatierra ya se habían metido a la embajada de México, hecho que fue registrado por la prensa el 12 de noviembre de 2019.

Sin embargo, horas más tarde abandonaron esa embajada. Es evidente que había confusión en las filas del MAS. Posiblemente recibieron una contraorden puesto que solo quedaban ellas para tomar las riendas de su partido y frenar una estampida. En tanto, el plan de renuncia colectiva en el Legislativo comenzaba a naufragar. La gran mayoría de los senadores y los diputados del MAS estaban sumidos en la desesperanza por el abandono de Evo Morales y se negaban a abandonar el privilegio de tener un curul.

Eva Copa en una declaración registrada en Página Siete, el 29 de abril del año pasado, decía: “Sí, han llamado para que se renuncie, pero nosotros dijimos porqué vamos a renunciar, nosotros no hemos hecho nada, nosotros vamos a cumplir nuestra gestión y así los hemos hecho “.

En la universidad católica

Rivero y Salvatierra, junto a la ex ministra Teresa Morales, asistieron a las reuniones con los líderes de la oposición que se cumplieron en la Universidad Católica convocadas por la Conferencia Episcopal y la Unión Europea.


En la versión del MAS, en esas reuniones, del 10 al 12 de noviembre, se planificó el golpe de Estado. Una rara conspiración en la que participaron las tres delegadas del MAS.

La Conferencia Episcopal emitió un informe titulado “Memoria del Proceso de Facilitación del Dialogo 2019-2020” que dice que, en la reunión del 10 de noviembre, tras la renuncia de Evo Morales, la única preocupación de las mujeres de azul era garantizar la seguridad del Jefazo y el despegue del avión mexicano.

También asistieron a estas reuniones los opositores Carlos Mesa, Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina, tildados por Teresa Morales como “los nadies que habrían decidido que Jeanine Añez sea presidente”.

Sin embargo, en la reunión del 12 de noviembre, según este informe, se propuso a las dos parlamentarias del MAS que asuman la presidencia transitoria, pero ellas se negaron alegando que sus vidas corrían peligro.

Susana Rivero negó que eso hubiera ocurrido “jamás se me consultó nada, menos se habló de mi”.

El camino de la violencia

La verdad es que Salvatierra y Rivero nunca se propusieron llenar el vacío dejado por Evo Morales. Tuvieron dos días para llegar a la Plaza Murillo y asumir la Presidencia y no lo hicieron. En cambio, renunciaron, aunque lo nieguen, y pretendieron jalar a su bancada por ese camino para seguir con un plan, bastante confuso, de vacío de poder, confrontación y violencia.


El exsenador Omar Aguilar relató meses atrás que el 12 de noviembre, antes de la llegada de Jeanine Añez al Senado, el diputado Henry Cabrera convocó a una reunión en el ex Banco Minero, ubicado frente al Legislativo, que estuvo dirigida por Adriana Salvatierra, Susana Rivero y Henry Cabrera.

Allí, Salvatierra y Rivero insistieron en la renuncia colectiva porque la lucha tiene que continuar “pase lo que pase “.

"Qué significaba “pase lo que pase”? - se preguntó Aguilar- ¿que exista más sangre o no exista más sangre? "

Para entonces, en El Alto ya se habían incendiado ocho instalaciones policiales, se había linchado a un policía, había ardido el domicilio de la alcaldesa Chapetón, los ponchos rojos habían invocado la guerra civil, corría el miedo y el dinero que pagaba el vandalismo. En La Paz, hordas del MAS se adueñaron de de las calles mientras los vecinos improvisaban barricadas para defender sus domicilios y negocios. En el sur de la ciudad, los seguidores de Evo Morales incendiaron 70 buses municipales y atacaron las casas de la periodista Casimira Lema y del rector de la UMSA, Waldo Albarracín. Y dos de los presuntos atacantes murieron en enfrentamientos con la Policía que había sido completamente desbordada.

Perdieron el control de su bancada

La reunión en el ex Banco Minero continuaba. Aguilar tomó la palabra y dijo: “Basta, no puede haber más enfrentamientos, más muertos más violencia”. Cuenta que terminó derramando lágrimas de rabia y de bronca, de cómo se pretendía seguir propiciando el enfrentamiento entre bolivianos. “No sé qué pasó en ese momento, quizá fueron las lágrimas que derramé, pero el 80 % de la bancada me apoya y dice que quiere la pacificación “.

Aguilar concluyó que (Evo, Salvatierra y Rivero) estaban apostando al desastre.

Efectivamente, Bolivia estuvo cerca de permanecer sin gobierno, sin Congreso y con enfrentamientos en las calles.

En el juicio oral, Aguilar no ha dicho nada de esto y más bien declaró que Jeanine Añez nunca fue elegida presidenta del senado y por lo tanto no le correspondía la sucesión constitucional.

El 12 por la tarde, Salvatierra y Rivero lograron impedir que su bancada asista a la sesión de Congreso convocada por Jeanine Añez. El boicot sin embargo dejó en evidencia que en la línea de sucesión solo quedaba Jeanine Añez.

Un golpe que no llegó

El exsenador Alfonsín en declaraciones a ANF dijo que se quiso generar un vacío de poder y que el cálculo que ellos tenían era un levantamiento tras la renuncia de Evo Morales, como sucedió en Venezuela, para que retorne Evo como retornó Hugo Chávez, aclamado por las bases.


Pero les fue imposible repetir la experiencia de abril de 2002 en Venezuela. Allí sí hubo un golpe militar apoyado por una movilización de la oposición. El golpe dividió al ejército y una fracción dio un contragolpe que fue respaldado por una masiva movilización popular que repuso a Chávez en el gobierno.

Es posible que la apuesta de Evo Morales fue crear un vacío de poder tan angustioso y un levantamiento popular tan descontrolado que solo los militares con Kaliman a la cabeza podían salvar la coyuntura con un golpe de Estado. Un golpe que iba a desembocar en el triunfal regreso de Evo Morales y la sepultara definitiva del fraude electoral.

Fue un plan que fracasó porque los militares ni ”nadies” querían un golpe de Estado. Parece que el sañudo juicio a la cúpula militar es para castigarla por haber respetado la sucesión constitucional, cuando Evo necesitaba un golpe de Estado a su favor.

Sucesión en vez de golpe

Fracasó también la renuncia colectiva de sus parlamentarios y no pudieron impedir la sucesión constitucional. Jeanine Añez evitó una guerra civil y truncó el regreso triunfal de Evo Morales al gobierno y por eso hoy está pagando con un juicio que le puede costar la vida.


En tanto, Eva Copa fue la líder de la revuelta de los legisladores del MAS contra la locura de la renuncia colectiva. Ahora se suma al coro de quienes acusan al gobierno transitorio de golpista, a pesar de haber aprobado por unanimidad una ley que amplió el mandato de Jeanine Añez. ¿Cómo? ¿El MAS amplió el mandato de un gobierno de facto?

Evo el gran derrotado

Ya derrotado por Jeanine Añez, Evo Morales en un acto desesperado empujó a sus bases a cercar ciudades, a realizar bloqueos, dinamitar un gasoducto, quemar PumaKataris y ocupar la Planta de carburantes de Senkata, con un resultado luctuoso del que se lava las manos. Sin embargo, pagó un alto precio por su huida y por el fracaso de su plan golpista de retorno al estilo de Hugo Chávez.

Todos podemos verlo ahora, aislado en Chapare, temeroso de la DEA y soñando con una lejana candidatura azul que cada vez está más verde.

Ellas, de poderosas a “nadies”

Susana Rivero se va del país en 2019

Salvatierra y Rivero también pagaron su propia factura. Están fuera, son “nadies”, al decir de Teresa Morales. El 14 de noviembre de 2019 cuando el Gobierno Transitorio ya estaba consolidado, Rivero reapareció en la Cámara de Diputados para oficializar su definitiva renuncia y el 19 se fue a Buenos Aires donde disfrutó de los cafés y los churrascos porteños, como se puede advertir en la fotografía.