En referencia a la red internacional que traficaba droga a Europa, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay informó este jueves que todo apunta a que la cocaína era producida en el centro de Bolivia, aunque no especifican en qué región, según investigaciones hechas por el país vecino.

“La zona de producción principal de las cargas que, según nosotros manejamos, sería en la zona central boliviana”, afirmó a la red Erbol, Francisco Ayala, director de Comunicación del Senad, al referirse al operativo denominado “TURF”, en el cual se desmanteló una organización criminal que enviada droga a Europa a gran escala.

Aclaró que no se puede decir que toda la cocaína boliviana que llega a Paraguay sea producida en el centro del país, pero en esta investigación en particular todo apunta a aquello.

Ayala evitó dar detalles de la región donde se produce la cocaína con el fin de allanar una posible intervención de las autoridades policiales bolivianas.

“Puedo afirmar con absoluta certeza, en base a todos los elementos técnicos y a toda la transferencia de información realizada, que (la cocaína) es procedente de Bolivia, pero me voy a reservar cierta información. En todo caso, si las autoridades de su país en algún momento estén pensando en realizar intervenciones”, explicó.

Según el director de Comunicación de la Senad, la investigación apunta a que la organización llevaba cocaína procedente de Bolivia por vía aérea al territorio paraguayo.

“Paraguay sería una especie de pasarela y centro de acopio de los cargamentos que ingresan por vía aérea desde Bolivia en Paraguay”, detalló.

El funcionario paraguayo indicó que el operativo se realizó luego de los trabajos de Inteligencia que se desarrollaron por lo menos durante un año, en una tarea coordinada con varios organismos de la región y Europa.

La anterior semana, la Policía Federal de Brasil lanzó dos operativos simultáneos, denominados Turf y Brutium, en cinco estados y tres países diferentes con el objetivo de desmantelar organizaciones criminales enfocadas en el tráfico internacional de drogas y lavado de dinero.

La investigación multinacional contó con la participación de la Senad paraguaya, la DEA, la Guardia Civil española y la Policía Federal de Brasil, misma que concluyó con la aprehensión de 30 personas.