En los últimos 18 años, el MAS fraccionó al menos a ocho organizaciones sociales: la COB, la Conamaq, la Cidob, la Csutcb, Adepcoca, gremiales, transporte e incluso intentó escindir a la Iglesia Católica en el país al apoyar abiertamente a una organización de sacerdotes y obispos casados con sede en Brasil, según un recuento de Página Siete. Ahora intenta hacer lo mismo con los comités cívicos y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb).

En 2003, el entonces ministro de Asuntos Campesinos, Arturo Liebers, denunció cómo el MAS eligió a Román Loayza como ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) desconociendo al líder Felipe Quispe. Con el transcurrir de los años, los campesinos se alinearon a Evo Morales y formaron parte del Pacto de Unidad.

Con relación a la Central Obrera Boliviana (COB), una de las últimas movilizaciones del sector contra el MAS fue en 2010 al frente de su ejecutivo Pedro Montes. Ese año rechazaron el incremento salarial del 5%. Cuatro años después, Montes fue elegido como senador por el partido azul. A partir de entonces el rumbo de la COB cambió, pasó a formar parte de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) y ahora del Pacto de Unidad.

Tipnis 2011

Luego de la marcha de 2011 en contra de la carretera por el Territorio Indígena del Parque Nacional del Isiboro Sécure (Tipnis), que afectó políticamente al gobierno del MAS, la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia de Bolivia (Cidob) y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) fueron identificados por el Gobierno como opositores.

Entre 2012 y 2014 emergieron dirigencias afines al MAS que fueron reconocidas por Morales. En 2014, el antropólogo Xavier Albó escribió: “El MAS fomentó la división de la Cidob y el Conamaq por ser críticos al gobierno de turno”. Actualmente forman parte del Pacto de Unidad.

Adepcoca y gremiales

En 2019, el Gobierno habilitó un mercado paralelo al de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) para que los afines al MAS puedan vender la hoja, pese a que La Ley General de la Coca señala que el único mercado autorizado en La Paz es el de Villa Fátima.

Meses después emergió la dirigente Elena Flores, que se autoproclamó como nueva titular de Adepcoca. Este año la sede cocalera fue tomada por seguidores de Flores con apoyo del Gobierno, sin embargo, en agosto fue recuperada por la Adepcoca tradicional. Ahora hay dos directivas, una opositora al gobierno presidida por Freddy Machicado y otra afín al masismo dirigida por Arnold Alanes.


En tanto, la Confederación de Gremiales de Bolivia, cuyo ejecutivo Francisco Figueredo, comandó la movilización contra la Ley 1386 que fue abrogada, no es reconocida por el Gobierno que sí identifica como interlocutor a Rodolfo Mancilla, que forma parte del Pacto de Unidad.

Otro sector que cooptó el MAS es el del transporte. En enero de 2021 los choferes llamaron a un paro en demanda del diferimiento de créditos bancarios por la pandemia, pero luego su ejecutivo nacional Ismael Fernández pasó a formar parte del Pacto de Unidad.

Asimismo, el 11 de abril de 2019 Morales promulgó la Ley de Libertad Religiosa. En el acto criticó a la Iglesia Católica. Años antes, la Conferencia Episcopal de Bolivia, a través de un comunicado, denunció que el MAS pretende “dividir a la Iglesia con una presunta Iglesia de base y otra diferente a la que pertenece la jerarquía”.

Dos en la mira

La Apdhb y los comités cívicos son, a juicio de Juan Carlos Manuel, presidente del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), las organizaciones que ahora busca dividir el partido de gobierno.

“Quieren avanzar en todas las líneas. Ahora quieren tomar Derechos Humanos y los comités cívicos. Ya lo hicieron con prebendas a los indígenas y regalando camiones a la COB”, añade.

El viernes, fue elegido en La Paz Edgar Salazar como presidente de la Apdhb, en franco desconocimiento a Amparo Carvajal. En la directiva está la exministra Nélida Sifuentes. Salazar pidió a Carvajal que entregue las oficinas de la Asamblea.

Consultada Carvajal si habrá una vigilia para defender esas oficinas, se limitó a indicar: “Yo no soy de rogar a la gente, la gente verá”. La dirigente fue identificada como una de las principales opositoras al MAS. En tanto, el viernes fracasó un intento de conformar un Comité Cívico Popular en Santa Cruz desconociendo al Comité Pro Santa Cruz.