La imagen es impactante: el hasta hace muy poco todopoderoso empresario colombiano Álex Saab esposado y vestido de naranja en una cárcel de Florida. Tan impactante que, pese a la prohibición expresa del juez, se multiplicó en las redes sociales hasta perturbar, según han confesado en distintos foros, a los famosos boliburgueses.

En Washington, Caracas, Madrid o el Caribe, la foto tras las rejas del presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro y principal operador financiero internacional de la revolución subió como la espuma. En todos esos lugares permanecen o se han consolidado los principales beneficiarios del desfalco de entre 350.000 y 500.000 millones de dólares durante dos décadas de revolución bolivariana.

Algunos de ellos sienten cerca el aliento de Estados Unidos, que aceleró su presión con tres extradiciones que ocupan espacio en los medios de comunicación: la ya concretada de Saab y las que parecen inminentes, según las últimas decisiones de los jueces españoles, de Hugo “Pollo” Carvajal, jefe de la inteligencia y contrainteligencia de Hugo Chávez y Maduro, y de Claudia Díaz, que de enfermera del “comandante supremo” pasó a convertirse en tesorera nacional.


La expresidenta de la Oficina Nacional del Tesoro recibió la semana pasada una muy mala noticia en España: la Audiencia Nacional aprobó su extradición a Estados Unidos por blanqueo de cientos de millones de dólares y organización criminal. La causa también se sigue contra su marido, Adrián Velásquez, militar que fuera escolta del líder de la revolución. En su fortuna también se incluyen yates, caballos de carreras, ropa y relojes de alta gama.

“El Departamento de Justicia y las fiscalías que tienen los casos están trabajando con un propósito: quebrar la red de financiamiento alterno del chavismo”, dice a LA NACION María Puerta Riera, profesora de Gobierno en Florida.
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En las últimas horas se ha conocido una decisión judicial que es más que un guiño para el trío Saab, Carvajal y Díaz: la reducción de la condena para Alejandro “El Tuerto” Andrade, otro militar y escolta amigo de Chávez que también dirigió la Oficina del Tesoro. La leyenda cuenta que Andrade perdió su ojo derecho en una partida de “chapitas” (como el béisbol pero con chapas de cerveza y palos de escoba) con su jefe.

Un juez federal de Miami redujo su sentencia de diez años a solo 42 meses. Condenado por lavar mil millones de dólares, puede quedar en libertad en 2022 gracias a su colaboración con la Justicia. Un recorte, del 65% de su condena, nada usual en la Justicia estadounidense.

“La sentencia de diez años de cárcel se impuso tras muchos años de ‘cooperación’. Al no dar los resultados esperados, lo mandaron a encerrar hasta que finalmente habló. El mensaje es evidente: la única salida es cooperar, pero debe ser un proceso eficiente que culmine con la entrega de los que están más arriba. Esto es una cadena jerárquica y quieren llegar a lo más alto”, añade la politóloga Puerta Riera.

También se ha complicado la situación del famoso espía Carvajal, al anunciar la Justicia española que no se cree sus exclusivas de “garganta profunda”. La Audiencia Nacional de Madrid rechazó este jueves posponer la extradición. Si finalmente, como parece, ambos personajes fueran extraditados a Estados Unidos se unirán no solo a Saab, sino a una lista de antiguos chavistas que permanecen en el circuito de la Justicia.


No solo se trata de los sobrinos de Maduro y su esposa, Cilia Flores, condenados en Nueva York a 18 años de cárcel por conspirar para introducir 800 kilos de cocaína tras ser extraditados desde Haití en una operación fulminante de la DEA. También del expresidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) Eladio Aponte, fugado de Venezuela tras caer en desgracia, o el fiscal del caso de Leopoldo López, Franklin Nieves, que también escapó para dar a conocer al mundo la farsa montada durante el juicio al líder opositor.

Otro de los escoltas más cercanos a Chávez, Leasmy Salazar, también se refugió en Estados Unidos para revelar los vínculos de Diosdado Cabello con el Cartel de los Soles, que provocó la caza y captura del número dos del chavismo contra el diario El Nacional. El exministro de Finanzas y exgobernador Rafael Isea se convirtió en 2013 en testigo protegido de la DEA.

Más recientemente, el general Clíver Alcalá fue extraditado desde Colombia a Estados Unidos cuando ya militaba en las filas del antichavismo. A él se le achacan en Caracas las operaciones de desembarco fallidas del año pasado.

“Lo de Andrade indica que los movimientos de Saab, Carvajal y Díaz son parte de una estrategia agresiva que podría darles una mano para forzar la continuidad de las conversaciones en México”, reflexiona Puerta Riera, que está convencida de que el presidente Joe Biden necesita que las negociaciones no mueran tras la extradición de Saab y las represalias de Caracas y que Maduro, a su vez, necesita mantener el canal abierto con Washington.

En círculos opositores se cree que Maduro ordenará a sus delegados que regresen a México, y lo hará más temprano que tarde. La incógnita es si sucederá antes o después de las polémicas elecciones regionales del 21 de noviembre próximo.