En el marco de la 76° Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente Luis Arce responsabilizó este jueves a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Unión Europea de la crisis social de 2019.

“Antes de concluir esta intervención, permítanme informar a los países miembros que el Estado Plurinacional de Bolivia, luego de un lamentable golpe de Estado acaecido en noviembre de 2019, el pasado octubre de 2020 ha recuperado su democracia gracias a la unidad lucha y conciencia del pueblo boliviano ratificada en las urnas”, afirmó.

Asimismo, sostuvo que “la ruptura del orden constitucional en mi país tuvo la participación de actores nacionales, políticos que en las urnas no cuentan con el respaldo del pueblo, malos efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas, Comité Cívico, la jerarquía católica y medios de comunicación hegemónicos”.

En ese contexto, Arce puntualizó que la crisis, que derivó de la renuncia de Evo Morales, “también contó con la participación de la OEA a través de su secretario general, Luis Almagro; de otros gobiernos como el anterior de Argentina, que envió armas y municiones a los golpistas, del propio representante de la Unión Europea, y de otras organizaciones no gubernamentales de origen internacional”.

El mandatario boliviano también citó parte de las conclusiones del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) sobre las muertes en Sacaba y Senkata.