La expresidenta Jeanine Áñez afirmó este martes “Ya no quiero vivir”, se sometió a un estudio neurofisiológico, es decir un estudio del sistema nervioso, en Unimed. Paralelamente en el penal de Miraflores y en las afueras del Centro Médico se organizaron protestas.

La expresidenta el fin de semana intentó atentar contra su vida al causarse heridas en sus brazos, el hecho generó diferentes pronunciamientos de organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea que instaron al Gobierno garantizar su bienestar y su salud.

Áñez, acompañada de sus hijos fue trasladada la mañana de este martes al centro médico para que le realicen los estudios para determinar si sus nervios y músculos están funcionando de manera normal.

Un mensaje de la exmandataria compartido por su familia en su Twitter señaló: “Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando”.

En tanto su familia que administra su red social dijo que “#JeanineAñez está muy débil. Sufre de forma permanente. Cada 10 minutos ingresa alguien a su celda, a espiar, a preguntar o no se sabe a qué. Vive en alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: Si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo conocido”.

El traslado de Áñez no había sido público, sino hasta que salió del penal, no obstante, un grupo de familiares de las víctimas de 2019, aparecieron en las afueras de Unimed donde debía realizarse los estudios y generaron una protesta.

“Ciudadanos en cercanías del Centro Médico donde Añez se realiza estudios neurológicos, exigen justicia por los familiares de las víctimas de las masacres de 2019”, reportó el diario gubernamental Ahora el Pueblo.

Tras los exámenes retornó al penal, donde también se armó un motín de las reclusas que observan que la exmandataria goza presuntamente de “privilegios”. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo que habría malestar entre las internas.

“Se ha iniciado un motín en la cárcel de Miraflores, vamos a escuchar los móviles sobre lo que está aconteciendo y esperamos que podamos solucionar los pedidos que tienen las privadas de libertad”, señaló la autoridad.

Su familia escribió que “#JeanineAñez está muy débil. Sufre de forma permanente. Cada 10 minutos ingresa alguien a su celda, a espiar, a preguntar o no se sabe a qué. Vive en alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: Si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo conocido”.