Perú tiene, finalmente, presidente electo. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha proclamado este lunes ganador de la segunda vuelta electoral al profesor rural y dirigente sindical de izquierda Pedro Castillo, en una ceremonia vía Zoom celebrada cinco semanas después de concluido el escrutinio oficial. Durante ese lapso, el más largo de los últimos 40 años, el tribunal analizó y finalmente rechazó más de 270 reclamaciones de la candidata conservadora Keiko Fujimori para anular votos de su adversario. Según los resultados oficiales, el candidato de Perú Libre obtuvo el 6 de junio pasado el 50,12% de los votos, frente al 49,87% de Fujimori, lo que supone una diferencia de poco más de 44.000 sufragios. Horas antes de la proclamación de Castillo, Fujimori anunció que reconocía los resultados “porque es lo que mandan la ley y la Constitución”.

Tras la proclamación, Castillo habló a sus seguidores en la sede de su partido. “Invoco a la lideresa de Fuerza Popular, a la señora Fujimori, que no pongamos más barreras para sacar adelante este país. Bienvenidos a este espacio para hacer un Gobierno de todos los peruanos, de ‘todas las las sangres’, sin distinción alguna”, manifestó. El presidente electo aludió así a una de las novelas del antropólogo José María Arguedas, uno de los intelectuales que en el siglo XX representó en sus obras las injusticias que padecía la población andina.

En un mensaje de menos de 10 minutos, Castillo insistió en los llamamientos a la unidad y prometió estabilidad. “Tengo el corazón abierto, no hay rencor. Vamos a trabajar juntos y rechazar cualquier cosa que vaya en contra de la democracia, vamos a rechazar cualquier pretensión de un modelo de otro país, para garantizar la estabilidad jurídica y económica”. Y ante las críticas que recibe su propuesta de convocar una Asamblea Constituyente, una de sus promesas electorales, dijo que respetará la institucionalidad y la actual Constitución “hasta cuando el pueblo lo decida”.

Fujimori, quien ahora deberá ir a juicio por supuesto lavado de dinero por el caso Odebrecht, presentó numerosas impugnaciones de votos y apelaciones para dilatar la proclamación de Castillo, mientras sus partidarios exigían en las calles anular la votación y convocar nuevas elecciones. Por ello, en su declaración, Fujimori ha dicho que para defenderse “contra el comunismo” sus seguidores no debían caer “en ningún tipo de violencia”. “Nos toca ahora enfrentar unidos una nueva etapa muy difícil porque el comunismo no llega al poder para soltarlo, por eso quieren imponernos ahora una nueva Constitución. Estoy totalmente segura de que los peruanos no vamos a permitir que Pedro Castillo conviertan al Perú en Cuba o en Venezuela”, dijo Fujimori. “Así como juré aceptar los resultados electorales porque es lo que la Constitución manda, hoy les juro que no me voy a rendir y los invito a poner en marcha una verdadera defensa democrática. El Perú necesita a todas las fuerzas sociales y políticas unidas en la gran tarea de detener al comunismo. Nuestra defensa recién empieza”, añadió.

Desde el 7 de junio, decenas de miles de peruanos procedentes de jurisdicciones rurales y comunidades indígenas que votaron por Castillo llegaron a Lima para vigilar el escrutinio y realizaron decenas de marchas por el centro de la capital, mientras los abogados del fujimorismo alegaban un fraude en las localidades donde ganó masivamente el candidato de izquierda. El martes pasado, el pleno del Jurado Nacional de Elecciones terminó de resolver los recursos del fujimorismo y los denegó todos, pues no encontraron pruebas de suplantación ni de falsificación de firmas de miembros de mesa, como alegaba Fujimori.

En las seis semanas transcurridas desde los comicios, los aliados y seguidores de Fujimori se manifestaron frente a las casas de los magistrados del tribunal electoral y de la Oficina Nacional de Procesos Electorales para insistir en su versión del fraude. En este período de espera de la proclamación oficial, los excandidatos presidenciales Julio Guzmán, George Forsyth, Ciro Gálvez y Daniel Salaverry se reunieron con el maestro rural como una señal de que reconocían su victoria, después del escrutinio oficial. Su aliada en la segunda vuelta, la excandidata presidencial Verónika Mendoza, del izquierdista Nuevo Perú, es otra de las personalidades que ha estado despachando regularmente con Castillo durante las semanas de incertidumbre.

El economista Pedro Francke, del equipo de Nuevo Perú, suena como el posible ministro de Economía del nuevo Gobierno, mientras que el médico Hernando Cevallos, excongresista del izquierdista Frente Amplio, podría ser nombrado ministro de Salud. Sin embargo, este lunes Castillo tuiteó que solo daría detalles sobre la composición de su Gabinete cuando fuera proclamado presidente electo.

Desde junio, seguidores de Fujimori y un grupo de choque de Fuerza Popular han realizado actos vandálicos en el centro de Lima. Incluso intentaron tomar el Palacio de Gobierno el jueves pasado y atacaron a los seguidores de Castillo que acampan frente al tribunal electoral. El colectivo llamado La Resistencia, que desde 2018 realiza escraches contra los periodistas y magistrados que investigan a Fuerza Popular, ha participado en primera fila en las manifestaciones de Keiko Fujimori que insisten en la versión del “fraude”.

Castillo asumirá el 28 de julio, día en que expira el mandato del presidente interino Francisco Sagasti y en el que Perú conmemora el bicentenario de su independencia. Es la primera vez en las últimas décadas que la proclamación tendrá lugar a pocos días del cambio de mando. Usualmente el nombre del nuevo presidente lo anunciaba el JNE unas cuatro semanas antes.