El ministro de Gobierno Carlos Del Castillo dijo este sábado que, luego de las evidencias sobre el envío de granadas, gases y proyectiles en calidad de préstamo durante la crisis de noviembre de 2019, Bolivia espera que el gobierno de Ecuador coopere en la investigación para precisar la participación de los miembros del gabinete de la expresidente Jeanine Añez, jefes militares y policiales que apoyaron la gestión para la “masacre” de Senkata y Sacaba.

Del Castillo mostró en conferencia de prensa una correspondencia de consultas entre funcionarios diplomáticos y administrativos de ambos gobiernos e implicó a la exministra de Comunicación Roxana Lizárraga en la obtención de armamento que, según el gobierno, sirvió para reprimir a los manifestantes que salieron en defensa del expresidente Evo Morales.

Relató que, en medio de una sesión de gabinete, Añez preguntó al comandante de la Policía Boliviana y de las Fuerzas Armadas, “si existían los suficientes gases para reprimir al pueblo…” Ambos comandantes habrían respondido que no tienen los elementos necesarios para seguir combatiendo. No obstante, - dijo el ministro - Lizárraga abandonó durante 15 minutos la sesión de gabinete, volvió después de ese tiempo y dice: “he conseguido todo lo que estábamos buscando” y pregunta a Arturo Murillo y Luis Fernando López Julio ¿Cuánta es la cantidad que necesitan? Y ¿Qué es lo que están buscando?

Indicó que el ministro de Gobierno Murillo, de Defensa López Julio, los comandantes de ambas instituciones y Lizárraga, van a un cuarto aledaño donde empiezan a definir las cifras que necesitaban. Sin embargo, la pregunta que lanzó Del Casillo es ¿Con quién habló la señora Roxana Lizárraga durante esos 15 minutos? En el panel de nexos de autoridades con este caso, Lizárraga aparece en una foto delante con el tenaz opositor, Carlos Sánchez Berzaín.

Dijo que Bolivia y Ecuador son pueblos hermanos y “espera que el gobierno ecuatoriano pueda coadyuvar en la investigación de lo que pasó en esos días tan oscuros en Bolivia y de esta manera dar con la verdad histórica de los hechos del golpe de estado que sufrimos los bolivianos”, sostuvo.

Aseguró que Bolivia jamás se ha metido en el conflicto de otros países ni ha enviado proyectiles o granadas en el problema que ha sufrido Ecuador en la gestión 2019 y considera que nunca un gobierno democrático debería enviar proyectiles y granadas para reprimir a los pueblos.

La autoridad cree que la cooperación regional de esa época se parece al Plan Cóndor por los matices de la represión y las muertes producidas durante la crisis de noviembre de 2019, cuando se registraron 37 muertos y centenares de personas heridas a causa de la acción de las fuerzas movilizadas por el gobierno transitorio.