Sin acuerdo. El transporte público alista un paro y bloqueo de vías para mañana, martes, exigiendo la ampliación del diferimiento del pago de créditos, mientras el Gobierno llamó a retomar el diálogo hoy, aunque adelantando que descartan acceder al pedido.

Ante los estériles encuentros, Ismael Fernández, secretario ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, reiteró que las medidas de fuerza siguen en pie y que el martes se realizará un paro nacional por 24 horas.

La medida contempla el bloqueo de carreteras del país, dentro y fuera de las ciudades y que si no hay una respuesta a sus demandas, la protesta se extenderá hasta ser indefinida.

Fernández resaltó que para que tenga algún efecto la ampliación en el pago de los créditos financieros diferidos, el plazo mínimamente debe ser de seis meses, ya que de acuerdo con sus cálculos se destinarán tres meses a la vacunación, dos meses a una lenta reactivación y recién, un mes después, habrá cierto equilibrio en los ingresos de los choferes.

El dirigente, a pesar de no lograr un acercamiento con las autoridades gubernamentales, sostuvo que asistirán al encuentro programado para hoy.

Mario Guerrero, secretario general del sindicato de Transportistas de Santa Cruz, indicó que desde las 10:00 se reunirán con los presidentes de todas las líneas de transporte público del departamento para definir el paro y bloqueo.

Nueva reunión

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, informó que su despacho convocó a todos los dirigentes del transporte público del país a una reunión general para explicarles nuevamente los beneficios y alcances de la reprogramación, refinanciamiento y periodo de gracia de los créditos financieros que fueron diferidos por la pandemia.

El encuentro está fijado para las 16:00, en instalaciones del Ministerio de Economía.

Montenegro explicó que no es viable acceder a un nuevo diferimiento de créditos, porque se pondría en riesgo la estabilidad del sistema financiero, los ahorristas y la población en general.

“Ir a un diferimiento, en el fondo, hace que el sistema financiero no tenga la liquidez para seguir prestando, sería como la sangre que si no circula bien tenemos el peligro de la gangrena, el refinanciamiento propuesto es una medida adecuada”, enfatizó Montenegro.

Perjuicio

El Ministro convocó al sector movilizado para que reflexione y no genere más perjuicio económico con la paralización de actividades, e hizo notar que el paro le hace daño al propio transporte y que es un autoflagelo a los ingresos del propio transportista.

“Son medidas apresuradas, estamos en el margen de tiempo para llegar a solucionar y tengo la confianza de que así lo vamos a hacer”, reiteró Montenegro al convocar nuevamente a la dirigencia de los transportistas a sentarse en la mesa de diálogo.
Sindicatos de Chuquisaca acatarán la medida de presión

Los sindicatos de transporte urbano de Chuquisaca acatarán el paro convocado a nivel nacional, según el representante de la Federación Departamental de Choferes de Chuquisaca, Jhonny Estrada, quien dijo que la medida afectará a Sucre y los demás municipios del departamento.

Por su parte, el secretario del Sindicato de Micros “San Cristóbal”, Milton Medrano, dio a conocer que el paro lo acatarán 17 grupos que se ubicarán en los siguientes puntos: Poconas, estadio Patria, El Tejar, Facultad de Derecho, parada a Tarabuco, El Abra, avenida de Las Américas, mercado Central, El Guereo, mercado San Antonio, barrio Japón, Villa Charcas, zona Aranjuez, Parque Bolívar, Fe y Alegría, el Cementerio y El Reloj.

Los choferes piden el diferimiento de créditos por seis meses más, la vigencia del SOAT 2020 para este año, negociar impuestos municipales, tratar el proyecto de Tintamayu y la ciclovía, para que sean expeditos.

“Nos ha reducido al cincuenta por ciento los ingresos (…) estamos subsistiendo día a día” alegó Medrano. También hizo conocer que el pasado lunes, unas 15 unidades de su sindicato fueron afectadas en la lluvia y granizada que cayeron en el mercado Campesino. Los perjuicios fueron, sobre todo, en los motores que se valúan en hasta en 8 mil dólares, dependiendo de la marca, por lo que pide a las autoridades mayor ayuda en lo que refiere al diferimiento.