Exautoridades del gobierno transitorio cuestionaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por seleccionar a la interina de la Defensoría del Pueblo, Nadia Cruz, como candidata a ocupar la Secretaria Ejecutiva. Calificaron al organismo como un “instrumento del Grupo de Puebla”.

En la pasada jornada, se dio a conocer que Cruz quedó entre los 10 finalistas que perfilan al cargo de secretario ejecutivo de la CIDH. Los miembros eligieron a estas personas de un total de 92 que fueron nominadas para el cargo.

El exambajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Jaime Aparicio expresó: “Si alguien quiere una prueba de la decadencia de la CIDH, es la nominación, entre las finalistas para la Secretaría Ejecutiva, de la candidata de Paulo Abrão , la defensora de Evo Morales. Alarmante pérdida de independencia e integridad de la CIDH, instrumento del Grupo de Puebla”, sostuvo refiriéndose a Cruz. El Grupo de Pueba, formado por 18 políticos de la izquierda latinoamericana, pidió el año pasado que convalide los resultados electorales del 20 de octubre de 2019 y declare la legitimidad de la elección de Morales.

Por su parte, el exministro de Justicia Álvaro Coimbra califica la nominación como “aberrante”. “La defensora del MAS y Evo, tiene posibilidades de ser la titular de la secretaría ejecutiva de la CIDH”, complementó.

Políticos, activistas, cívicos y organizaciones ciudadanas criticaron la gestión de la Defensora del Pueblo por su “afinidad” con el Movimiento al Socialismo (MAS). En varias oportunidades denunciaron que encubría los abusos a los derechos humanos por parte de exautoridades del gobierno de Morales.

Durante los conflictos poselectorales de la gestión 2019, Cruz, junto al delegado defensorial del Cochabamba y actual candidato a la alcaldía por el MAS, Nelson Cox, participó del cabildo de los cocaleros del Chapare. En esa oportunidad gritó la arenga: "Ni olvido, ni perdón, justicia”.

Además de esto, no emitió un pronunciamiento sobre las muertes antes de la renuncia de Morales, así como lo hizo con Senkata y Sacaba. Sobre los decesos a falta de oxigeno que fueron ocasionados por los bloqueos de dirigentes y afines al MAS, señaló que eran una “consecuencia indirecta” de esa medida de presión.