En una eucaristía de ordenación sacerdotal realizada este 12 de agosto, el sucrense Diego Sebastián Costales Mier fue ordenado como presbítero de la Compañía de Jesús en Bolivia y ahora dedicará su tiempo a acompañar e instruir a los jóvenes del colegio Del Sagrado Corazón, en Sucre, adonde fue destinado.

“Es una vocación que se fue cultivando en el ambiente familiar y que se profundizó en el contacto con los jesuitas en el Colegio Sagrado Corazón”, relata a Correo del Sur el ahora sacerdote de 31 años de edad.

Cuando terminó su formación escolar, Costales decidió seguir la vocación religiosa luego de experimentar ejercicios espirituales en un campamento realizado en diciembre de 2005 en Tiraque. “A partir de eso descubrí que es muy posible encontrar a Dios en el mundo y que Dios se manifiesta en las personas, en la gente, en el cariño de los otros”, dice a este periódico.

Debido a su espiritualidad ignaciana eligió formarse en la Compañía de Jesús, un camino que comenzó el 18 de febrero de 2008 y en el cual pudo adentrarse en el lado espiritual y afectivo. “Si Dios se manifiesta en el mundo lo podemos servir ahí mismo”, menciona él.

Fue destinado a Francia, donde convivió con personas de 16 diferentes nacionalidades y, según recuerda, a pesar de las distintas culturas y lenguas, todos tenían en común el anhelo de servir a Dios y al mundo.

En Bolivia, la Compañía de Jesús tiene 64 miembros; en Chuquisaca, tres, contando la nueva ordenación. “Cuando vuelva Bernardo Gantier seremos cuatro”, indica Costales que por ahora concentra sus esfuerzos en trabajar con jóvenes y acompañarlos en sus dificultades, dudas e inquietudes.

La ordenación sacerdotal, oración a la Iglesia y la imposición de las manos de monseñor Jesús Juárez se realizó ayer, miércoles, en el templo de Santo Domingo, con todas las medidas de bioseguridad por la pandemia.