“Al expresidente (Evo Morales), quien tiene obsesión por el poder, no le importa matar a la mitad de Bolivia con tal de volver al poder”, afirmó el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, frente a la postura que asumió el MAS de bloquear las vías e impedir el ingreso de tanques de oxígeno para salvar a los pacientes de COVID-19.

La autoridad de Estado aseguró, este martes, que como Gobierno nacional no permitirán que se cumplan las órdenes de Morales, de que los ciudadanos contagiados con COVID-19 mueran por falta de oxígeno, medicamentos y alimentos.

“No vamos a permitir que las órdenes de Evo Morales, de ahogar a la gente, de matar a la gente de hambre y ahora quitarle el oxígeno a la gente. Eso no lo vamos a permitir”, sentenció Murillo, quien ponderó el pedido de algunos dirigentes de la COB, afines al MAS, de dejar pasar los camiones que transportan oxígeno.

“Me parece muy bien que dejen pasar (los camiones con oxígeno), felicitó aquello. Nosotros no tenemos problemas que quieran hacer huelgas, que hagan es un derecho constitucional, pero no vamos permitir que no se deje pasar el oxígeno”, expresó Murillo.

En la mañana, el máximo dirigente de la COB, solicitó a los bloqueadores dejar pasar ambulancias, camiones y cisternas que transportan insumos médicos para los pacientes que están en diferentes centros de salud.

Por otro lado, la autoridad de Estado informó que existe un plan que fue diseñado junto a su colega de Defensa, Luis Fernando López, en base a las instrucciones de la presidenta constitucional, Jeanine Áñez, para garantizar el suministro de medicamentos y alimentos.

“No queremos darle el gusto que haya confrontación. Sabemos que el MAS busca confrontación y muertos. Lo que vaya a suceder va ser responsabilidad de ellos. Nosotros no vamos a retroceder ni un milímetro porque nuestra obligación es salvar la vida de los bolivianos”, agregó Murillo.

Miembros de organizaciones sociales, afines al masismo, bloquean carreteras del eje central en rechazo de la postergación de las elecciones. Exigen que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratifique los comicios para el 6 de septiembre.

Ante esa postura, el ministro Murillo recordó que el cambio de fecha de las elecciones no es responsabilidad del Ejecutivo sino del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que preside Salvador Romero.