En siete de los nuevos departamentos de Bolivia no quieren saber de flexibilizar o volver dinámica la cuarentena desde el lunes. Solo Oruro y La Paz, a medias, aspiran a salir del aislamiento total, mientras la mayoría exige al Gobierno de Jeanine Áñez dotación de ítems, contratos, reactivos, laboratorios y respiradores antes de flexibilizar las medidas anticoronavirus.

Según el decreto 4229, del 29 de abril de este año, los municipios de Bolivia deben clasificarse en niveles de riesgo alto, medio y moderado para establecer las medidas anticovid. En el primero de los casos, las disposiciones de distanciamiento social se mantienen. En el caso de riesgo moderado se puede salir a trabajar durante seis horas al día, manteniendo la distancia social en el trabajo y prohibiendo la circulación desde las 15:00. En el el caso del riesgo moderado, la jornada laboral se extiende por ocho horas y el ‘toque de queda’ es a las 17:00.

El ministro de Salud, Marcelo Navajas, explicó la semana pasada que se harían pruebas PCR en tiempo real y de manera aleatoria para clasificar a las distintas regiones bajo parámetros objetivos.

Región por región

Pando, con siete de sus casos ya recuperado y un silencio epidemiológico largo, decidió anoche seguir con la cuarentena. Así le informaron a María Elva Pinkert, ministra de Medio Ambiente y Agua, encargada del departamento amazónico, que tuvo que alejarse de sus funciones para cumplir cuarentena por ser contacto directo de un caso de Covid-19. Pinkert asegura que el departamento norteño está ‘limpio’, pero no se pueden relajar las medidas de prevención porque es fronterizo con dos países altamente complicados, como Brasil y Perú. Allí, la pandemia está fuera de control, con imágenes dantescas en los hospitales de Perú, rebasados por los casos, y con Brasil a punto de convertirse en el nuevo epicentro mundial de la enfermedad, luego de que bajaran los casos en China, Italia, España y la curva tienda a descender en Estados Unidos.

En Beni, El ministro de Justicia, Álvaro Coímbra, informó que se mantendrá el estado de cuarentena rígida hasta el 31 de mayo, debido al alto riesgo que implica los 212 infectados reportados hasta la fecha. Citado por el diario La Palabra, Coímbra explicó que el reporte del Sedes de Beni indica que el riesgo aún es alto.

En Potosí, el miércoles, una reunión del Comando de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) determinó seguir en cuarentena total hasta el 31 de mayo, dado que el lunes tuvieron un reporte de más de 30 casos positivos. 

A eso se suma un pronunciamiento del Comité Cívico pro Intereses Potosinitas que exige al Gobierno cumplir con la dotación de respiradores, la instalación de un laboratorio para hacer pruebas en Potosí, además de ítems de salud para contrarrestar la pandemia.

También exige a dos transnacionales mineras que compren entre 20 y 30 ventiladores cada una para entregar a las autoridades potosinas, además de bonos municipales y departamentales, pues en todo el país municipios y gobernaciones se han declarado en emergencia por falta de recursos.

En Chuquisaca, una reunión de alcaldes celebrada el martes determinó pedir la ampliación de la cuarentena, aunque no pusieron fecha, como en el caso de Potosí y Beni. Al igual que los municipios de Santa Cruz, se declararon en emergencia ante la iliquidez emanada de la bajada de recaudaciones por el Covid-19 y pidieron reprogramar los pagos al Fondo Nacional de Desarrollo Regional.

En Santa Cruz, tanto la Gobernación, a la cabeza del secretario de Salud, Óscar Urenda, como la alcaldía de la ciudad capital, bajo el mando de Ángélica Sosa, manifestaron su desacuerdo con la flexibilización de la cuarentena, debido a que en los últimos cinco días se han reportado un promedio de 100 casos por jornada, haciendo de Santa Cruz el epicentro nacional del Covid-19. “Con 100 casos por día, ¿usted levantaría la cuarentena”, preguntó Urenda, como queriendo recurrir al sentido común.

En Cochabamba, los municipios de la región metropolitana se mostraron a favor de que la cuarentena se extienda hasta el 31 de mayo. En un pronunciamiento firmado por los miembros de la Región Metropolitana Kanata, exigieron, entre otros puntos, la creación de un fondo de lucha contra el coronavirus, la transferencia inmediata de recursos a las entidades autónomas, la entrega de 200 contratos para personal de salud para poder luchar contra el Covid-19, que el Gobierno dote de más de 1.000 ítems a la región y que liberen los 5.000 reactivos donados por la cooperación belga a la Universidad Mayor de San Simón, para realizar pruebas Covid-19.

En La Paz, hay cruce de opiniones entre el gobernador Félix Patzi y los alcaldes de La Paz, Luis Revilla, y la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón. Mientras los burgomaestres están en contra de la flexibilización, Patzi está a favor. El delegado presidencial para La Paz, Iván Arias, descalificó a Patzi. “Cualquier determinación que saque el gobernador en ese paralelo, es realmente una acción irresponsable. Pido al gobernador que entre en cordura, que vuelva a la mesa de coordinación como siempre estuvo”, manifestó dijo el también ministro de Obras Públicas.

En Tarija, uno de los departamentos con menos casos reportados en el país (6), el gobernador Adrián Oliva y los alcaldes de los municipios se pusieron de acuerdo en no flexibilizar la cuarentena. “Mientras no se resuelva el laboratorio para realizar las pruebas, nosotros no estamos en condiciones de pasar a una segunda fase de la cuarentena después del 10 de mayo y no es responsable”, dijo Oliva.
Tarija debe mandar sus pruebas de coronavirus a La Paz o a Santa Cruz y tardan hasta 10 días en responderle.

Hasta ayer, el único gobernador que esperaba la flexibilización de la cuarentena era Zenón Pizarro, de Oruro. Explicó que su departamento necesita la calificación de riesgo medio para poder mover su aparato productivo. Sin embargo, Oruro es uno de los departamentos con más casos por cada 100.000 habitantes.